miércoles, 9 de mayo de 2018

Pathfinder: Kingmaker

¿Tanto papel para un PJ?

Hoy tocaba partida de rol, y empezar campaña nueva, a un juego que por raro que parezca, nunca había jugado. Hablo de Pathfinder, el clónico más famoso de D&D 3ª edición, y tal vez más popular que el propio original, que es uno de los más jugados, al menos en mi asociación.

Me uno así a la campaña de la que llevaban jugadas unas cuántas sesiones (empezando así con personaje de nivel 2), para jugar Kingmaker, una aclamada campaña "Sandbox", el la que lo importante es la exploración y el jugar a ver qué pasa, en un escenario que parece que dan bastante detallado, donde mi reto es jugar con un personaje más apto para el diálogo y la consecución creativa de objetivos que el combate (lo que viene siendo no tener ni media hostia), en una campaña con gran componente de mazmorreo.

El personaje que he decidido llevar es Edric, un atormentado bardo de origen noble y trágico trasfondo (un moñas, vaya), directamente inspirado en el Edward de Final Fantasy IV (los clichés están para usarlos), que se lanza a la aventura huyendo de su pasado y su Taldor natal, y se une a un variopinto grupo de aventureros. 

Así que a ver por dónde discurre esto. Sabemos cómo ha empezado, se verá cómo termina. Eso sí, qué pereza me ha dado la parte de repartir puntitos y elegir cosas de la lista al hacer el personaje. Soy demasiado dadoflauta.

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