domingo, 1 de octubre de 2017

Cónclave de Tinieblas

Foto de familia.

Ya de vuelta en casa, tras un fin de semana "vampírico", que paso a reseñar, siendo una especie de versión especial de las entradas de los domingos.

El viernes por la mañana había que madrugar, y a las 7.45 ya estaba en Termibús, camino de Vitoria, pues el evento era en Toledo, pero había quedado con unos asistentes vitorianos del evento, con quienes compartía coche. Así que allí el encuentro, presentaciones, saludos y a la ruta.

A eso de las 14:00 llegábamos a Toledo, donde comimos y buscamos el sitio: el espectacular castillo de San Servando, sede y alojamiento del cónclave.

Nos instalamos, saludamos a los conocidos y empezamos con las actividades de la tarde: un taller de improvisación aplicada al rol en vivo, que viene bien como como calentamiento y ruptura de hielo. Luego la cena (el sitio era pensión completa) y turno de disfraces, ya que había que caracterizarse para el vivo.

El vivo en sí constaba de dos tandas, una cada noche, y podría extenderme mucho contando la partida, pero por pereza no lo voy a hacer, que eran unas 10 horas sumando las dos noches. La partida bien, pero sí que es verdad que se me hace un poco largo, y al acabar tan tarde (a las 4 de la mañana pasadas), se me hace muy largo el final.

Pero si bien el vivo era el plato gordo, había más actividades, y nos dirigimos a la mañana del sábado, donde participo en un apasionante taller de esgrima escénica, en el que me lo paso como un enano, una charla sobre dirección de partidas, y por la tarde, partida de rol de mesa: "Last boat out of Barcelona", ambientada en la Guerra Civil española.

Por la noche me doy un paseo por Toledo antes de la partida (estábamos junto al puente de Alcántara), y volvemos a jugar. Cabe decir lo mismo que del viernes. Acabamos a las mil, sabiendo que iba a dormir poco.

Eso nos lleva al domingo por la mañana, donde tiene lugar la mejor actividad de las jornadas: la horita de sueño de 10 a 11 después de desayunar (había dormido antes 4 horas, pero esa hora extra es oro bendito). 

Asisto también a una conferencia sobre el futuro de White Wolf y luego una muy interesante sobre la perspectiva de género en el rol, que está grabado y subirán a Internet.

De ahí a comer, y la tarde consiste en despedidas, viaje de vuelta en coche a Vitoria, despedidas otra vez, esperar al autobús y una hora más tarde llegaba ya a Bilbao, y por ende a casa.

En resumen, un evento muy interesante y del que salgo satisfecho, con un enorme componente de convivencia y ninguna sorpresa negativa, pues aunque ha habido cosas que no me han gustado mucho, eran cosas con las que ya contaba y que había sopesado a la hora de decidir apuntarme, así que contento.

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