viernes, 19 de mayo de 2017

La guerra de los pájaros

En el país donde todo mata.

Antes de empezar debo empezar diciendo que este texto no es mío, sino del tuitero @Kokarro, que lo publicó aquí, pero me pareció tan genial que me he visto obligado a recopilarlo de forma que sea más fácil de leer, y así compartirlo con el mundo.

¿Os sabéis la de cuando en 1932 Australia le declaró la guerra a unos pájaros, Y PERDIÓ? 

Yo ya os conozco, y queréis que empiece hablando de los pájaros, pero antes os tengo que contar toda esa movida del contexto histórico. La historia empieza con el final de la Primera Guerra Mundial, que es como la segunda pero no en plan de que Spielberg te haga una peli.

Tras la guerra, el gobierno australiano dio a muchos veteranos tierras en el oeste de Australia para que tuvieran su granja de Pin y Pon. Suena muy bien, pero en la mayoría de casos tener tierras ahí era como cuando por Navidad te regalan calzoncillos, porque era un páramo. ¿Sabéis qué era una puta mierda también? La Gran Depresión del 29. El Gobierno les dijo a los granjeros de ahí que tenían que plantar trigo. Suculento y delicioso trigo. Pero vamos que da igual porque a estos tíos les prometieron unos subsidios que no llegaban nunca. De momento el gobierno te ha dado unas tierras que no las querrías ni para tu peor enemigo, te fuerza a plantar trigo, y luego no te paga. 

Y entonces... LLEGARON. 20.000 EMÚES, CHAVALES, CON HAMBRE EN LA MIRADA, Y CRUELDAD EN EL CORAZÓN.


Nota para los despistados: el emú es el de la izquierda. Es como un avestruz pero como que además es una mente militar brillante.

Aparte de que eran VEINTEMIL, hay otro problema: los emúes no comen en plan como tu prima, la que mancha un poco el plato y ya está llena. Iban por ahí devorando todo a su paso, y cargándose las cosechas de mierda en las tierras de mierda de estos pobres veteranos. 

Un comité de granjeros decidió, porque eran veteranos y les sonaba todavía lo de la guerra, que había que llamar AL MINISTERIO DE DEFENSA. Fueron a donde Sir George Pearce, Ministro de Defensa de la época, y le dijeron que tenían un plan: AMETRALLADORAS.


George Pearce, que es este señor de la foto, les dijo que sonaba bien el tema, y llegaron a un acuerdo:

Les dijo que no les iba a dar ametralladoras a los granjeros (lo cual tal vez hubiera sido mejor) y las usarían soldados. Los granjeros les darían casa y comida y pagarían la munición. 

A estas alturas, sí a todo porque los emúes se habían aliado con LOS CONEJOS. ¿Cómo? Pues muy fácil. Al pasearse con sus 40.000 patazas, se cargaban vallas que daban paso a los conejos, que atacaban en plan Blitzkrieg. Pearce, infeliz de él, daba por hecho que los emúes serían un blanco fácil, porque no había mirado a los ojos a esa horda de la destrucción.


Incluso contrataron a un camarógrafo para que grabase la ESPECTACULAR VICTORIA.


Pensaban que así se anotarían un tanto como salvadores de los granjeros, pero ya os he adelantado que de eso nanay. La operación militar empezó el 2 de noviembre de 1932 a cargo del Mayor Meredith de la 7.ª Batería Pesada de la Real Artillería Australiana. Los medios además dijeron que el cuerpo de Caballería australiano quería a los emúes para DECORAR SUS CASCOS, en plan trofeo de guerra. Total, que el 2 de noviembre se divisa una bandada de unos 50 pájaros infernales, ahí, acechando, o haciendo movidas de pájaro. 

Los australianos intentaron una emboscada, entre militares y granjeros, pero fueron detectados. Claro, las ametralladoras de entonces tenían bastante poco rango, no te podías poner a disparar desde Perth, tenías que estar cerquita. Y dispararon y fallaron trágicamente, y dieron a dos o tres. El resto se convirtieron en un huracán de plumas y se dispersaron. 

Los australianos, que no esperaban tácticas de distracción tan avanzadas, se pasaron el resto del día buscando emúes, y mataron a 12. Es un buen momento para recordaros que hablamos de 20.000 emúes, y además los militares contaban con 10.000 balas. Mal calculado ya de base. Total, que el día que estrenaban ametralladora se cargan a menos de una veintena de emúes. Las pérdidas de virginidad suelen ser así.
Aquí, las declaraciones de un soldado tras sentir en su propia carne el terror que inspiraba la superioridad Emú.


Los australianos, tras su humillante despliegue inicial, sacaron su ARMA SECRETA: CAMIONES CON AMETRALLADORAS. Claro, el plan en tu mente y en la mía es de puta madre, tú ahí al más puro estilo Mad Max ametrallando emúes mientras suena Sabaton. 

El tema es que los emúes ERAN MÁS RÁPIDOS QUE LOS CAMIONES, eso y que la suspensión hacía que dispararan en plan Michael J. Fox. 

No sólo eso: de entre las filas emú se alzó un mártir que tras ser atropellado quedó atascado en el camión y este se CHOCÓ CONTRA UNA VALLA. Para más risotada, un detalle es que en los informes oficiales del Mayor Meredith este destacó que los australianos no sufrieron bajas. Para el 8 de noviembre habían gastado 2500 de sus 10000 balas, y mataron 200 emúes. Yo soy de letras, pero son un porrón de balas por bicho. El Mayor Meredith pronto vio que los emúes eran un enemigo formidable. ¿Os acordáis del mártir del camión? En su cadaver había cinco balas. El Mayor Meredith dijo lo siguiente sobre los emúes, diciendo que eran COMO TANQUES PERO EN PÁJARO.




¿Sabéis qué pasó al final? Que tocó época de cosecha de lo poco que habían dejado sin comerse los emúes, y ya no quedaba trigo. Tras su victoria total, se dispersaron como una neblina misteriosa, y se marcharon por ahí, a reproducirse y parecer dinosaurios. 

Los granjeros volvieron a pedir ayuda militar en 1934, 1943 y 1948, pero se rechazó porque el ejército vio que el enemigo era imparable. En 1934, en 6 meses los granjeros mataron más de 57.000 emúes.


Pero incluso así, en este mapa veis en rojo las zonas de Australia que siguen llenas de emúes. La conquista es casi total.

Además, el emú es junto con el canguro EL ANIMAL NACIONAL DE AUSTRALIA, lo cual deja bien claro quién es el dueño de la nación realmente. Quiero terminar este hilo dedicándoselo a las más de 57.000 víctimas del genocidio emú, asesinadas por el colonialismo. Never forget.

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