domingo, 14 de octubre de 2012

Boda-despedida

El anillo corrompió a Pablo. 

 Un domingo no es un día muy corriente para celebrar una boda, pero así ha sido hoy, que celebrábamos la boda de Pablo (al que cariñosamente llamamos "PabloCaos"), y tenía también carácter de despedida, ya que esta semana se marcha a vivir lejos, a las afueras de Bilbao. Concretamente a Brasil.

La boda ha sido bastante íntima, con apenas 40 personas, en un restaurante cuyo nombre no recuerdo, en Berango. Allá perdido por el monte.

La ida ha tenido su gracia, ya que cuando ha llegado el autobús que tenía que transportarnos allí, le hemos preguntado si era el de la boda, y como no le constaba que fuera para una boda sino "para una comida de 22 señoras", nos ha dicho, claro, que no. Y ahí nos hemos quedado estúpidamente, hasta que un cuarto de hora después ha venido y nos ha preguntado si éramos los que tenían que hacer Bilbao-Mungia-Leioa-Berango. Va a ser que sí era ese autobús.

Por otra parte, también ha sido toda una experiencia, ya que de todas las bodas a las que he asistido, esta era la primera vez que iba teniendo pareja. Y naturalmente, la experiencia ha sido muy positiva. ^^