lunes, 5 de diciembre de 2011

Dragon Age: Origins

¡Cómo se ponen las lagartijas en esta época del año!

Dragon Age: Origins es un RPG de Bioware, marca de la casa. Una historia fantástica-medieval de tintes épicos, con pelea entre las fuerzas del bien y del mal que recuerda de forma descarada al Señor de los Anillos.

Debo admitir confesando que me costó un montón cogerle el gusto al juego. Lo compré hace año y medio, y lo probé. Tenía buena pina, gráficos bonitos, mucho trasfondo y tal. Pero no me enganchaba. Jugué con un mago, y jugué un poco, hasta la batalla del Abismo de H... Ostagar, después de haber sido destinado al Mur... la Guardia Gris.

Pero no me enganchaba. Jugaba muy de cuándo en cuándo, y cada vez que lo intentaba retomar, no me acordaba de nada, y me perdía entre tanto dato, tanto nombre y tanto personaje. Y de eso hacía un año.

Pero me picó el gusanillo, me dio por retomarlo (tenía la duda de si empezar desde el principio o continuar la partida; hice lo segundo) y esta vez me entró con más ganas. La historia consiguió cautivarme, y empecé a coger el gusto a los personajes. Además, el sistema de combate y mejora, muy de Bioware, era bastante adictivo. Y para cuando me di cuenta, en un par de semanas ya me había pasado el juego.

Del juego brilla bastante el apartado gráfico, sobre todo las caras de los personajes, que las hay muy trabajadas. También los escenarios están bastante bien, y hay cinemáticas bastante vistosas.

Pero volviendo a los personajes, posiblemente aquí esté uno de los puntos fuertes del juego. Siempre vamos por ahí con nuestro personaje principal y hasta 3 compañeros que van con él (o ella, depende del personaje que nos hagamos), y no es infrecuente que empiecen a hablar o discutir entre ellos, con algunas conversaciones delirantes. También podemos influir en la relación que nuestro personaje tenga con ellos, por medio de acciones, regalos o líneas adecuadas de diálogo. Pues lo que hacemos y decimos tiene consecuencias más adelante. Incluso, si conseguimos caer excepcionalmente bien a un personaje, nuevas opciones se abren en la trama.

Morrigan, la maga que va sin sujetador por la calle, pero se lo pone para...

El juego es además bastante largo, con un montón de misiones principales y secundarias. Pero lo mejor es que cuenta con bastante rejugabilidad, ya que la raza y profesión que elijamos, hace que cada historia comience de una forma totalmente distinta.

Y para añadir más leña al fuego, Dragon Age cuenta con más misiones descargables, y una segunda parte, aunque de ella no he oído hablar tan bien. Habrá que echarle el guante, eso sí.

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