miércoles, 13 de agosto de 2008

Wall·E

Limpia, fija y da esplendor.

El espectador que acuda a ver una película de Pixar se puede sentir ligeramente decepcionado, porque en Wall·E se carga algunos de sus clichés (entre ellos, el de sacar personas de imagen real) y saca una película innovadora, que sin ser tal vez tan divertida como "Buscando a Nemo" o "Los increíbles", muestra un mensaje inteligente disfrazado de simple diversión infantil (aunque desaconsejo vívamente a los padres llevar a sus hijos pequeños a verla, más que nada porque la película apenas tiene diálogos, y puede hacerse insufrible) y estaríamos ante probablemente la película más adulta de Pixar. Prueba de ello es la indisimulada escena de sexo, repleta de evidentes paralelismos.

La historia, en principio es simple como una patata, Wall·E vive solo en su planeta, aparece la robot Eva, de la que se enamora, la sigue a su nave, se enfrenta al malo y salva la papeleta, pero encierra una gran carga simbólica, con una feroz crítica al consumismo en la sociedad distópica que nos presenta, y algunos detalles poco sospechosos de ser casuales (¿Acaso soy el único que vio en Auto al ojo del Gran Hermano?).

También resulta meritoria la expresividad de los protagonistas, que sin palabras son capaces de decir más que muchos discursos, y cómo muchas de las situaciones, vistas desde el punto de vista robótico consiguen capturar al espectador, con geniales detalles como la cuchara-tenedor, o la caja del anillo.

¿Y qué decir del apartado técnico que no sea "impecable"? Con unas animaciones impresionantes, y la capacidad de lograr que algo tan a priori asqueroso como una cucaracha metiendose en un mugriento pastelillo en un vertedero resulte algo dulce y adorable.

Es una de esas películas que parece mejorar cuando se pìensa en ella después de haberla visto, ya que admito que recién terminada la película me parecía peor que otras de Pixar, pero entonces se empieza a pensar en los detalles y... se convierte en una maravilla, aunque es cierto que por momentos, y por paradójico que parezca, da la sensación de estar viendo un cortometraje de hora y media.

Geniales también los títulos de crédito, tampoco carentes de simbolismo, reflejando la evolución de la humanidad por medio de la pintura.

Leer critica Wall·E en Muchocine.net

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mi me gustó mucho, señor.
Sólo decir que aunque no lo vaya a reconocer, a mi sobre todo, me pareció tierna.

Anónimo dijo...

a mi me encanto!!! y tierna lo es un rato. Me encanta la expresividad que se le ha conseguido dar al protagonista a pesar de ser solo un cacho de metal.

omacia dijo...

Muy tierna, con técnicas de animación de vanguardia y unos personajes entrañables. Sinembargo, casi me duermo del aburrimiento.
Había revisionado la version Disney de "Tarzan" la noche anterior y la -circunstancial pero inevitable- comparación me dejó un mensaje que todos los fans de la animación deberiamos recordar: La técnica debe supeditarse a la historia y no al revés. Me resulta cansino el patrón Pixar de decir: "¡ Guau, mira que nuevas texturas hemos conseguido para simular la herrumbre y la porquería!¡Deberíamos hacer una película para mostrarlo al mundo! Déjame la tapa de ese yogurt que escribo un guion..." (esto también debería decirselo muy a mi pesar a Otomo y sus últimas joyas), por tanto dejo carta abierta a Pixar: Por favor, entiendan que un largometraje animado no es lo mismo que un capitulo del "Imagina" pero más largo.