lunes, 11 de febrero de 2008

La Copa (I)

DKV Joventut, merecidos campeones.

Ya pasó, la Copa del Rey 2008 (aunque no sé por qué se llama "del Rey", porque el amigo Juan Carlos no estuvo) en un intenso fin de semana lleno de baloncesto del bueno, en el que los 8 mejores equipos de la liga se batieron en pos de un prestigioso trofeo, que esta vez fue a parar a Badalona, de la mano de Rudy Fernández y Ricky Rubio, dos jugadores por los que vale la pena pagar los 135 euros del abono.

JUEVES

El jueves se jugaron el Unicaja-Tau y el Bilbao Basket-Barcelona. Del primer partido poco que contar, victoria de los baskonistas, que se mostraron bastante superiores, ante un Unicaja que jugaba poco y a rachas. Una pena porque yo prefería que ganara Unicaja, pero el partido importante no era ése... era el nuestro contra el Barcelona.

Señores, ¡qué partido! Defensa, intensidad, emoción... todo lo que se le puede pedir a un partido de baloncesto, con un final de partido agónico, en el que los triples de Lakovic a punto estuvieron de arrebatarnos la victoria, pero al final, heróica lesión de Recker al pelear un balón por medio, un punto arriba, y el debutante se colaba en semifinales.

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VIERNES

El viernes fue tal vez el más flojo de los 4 días, baloncestísticamente hablando. Primero con un descafeinado Pamesa-Joventut, en el que los verdinegros aplastaron de forma inmisericorde a los valencianos, con una aplastante ventaja de 25 puntos, en un partido que tenía buena pinta, visto lo visto del Pamesa anteriormente, pero que tan solo duró los 5-10 minutos que tardó el Joventut en agarrar las manijas. Para el anecdotario, el triplazo de Rubén Douglas desde su propio campo y en la bocina, clavadito al que nos colara hace 4 años en la Casilla (pero que tiene más gracia cuando se lo hacen a otros) y la aparatosa caída de Jagla, más propia de resbalón con plátano en dibujo animado, y que afortunadamente no tuvo ninguna consecuencia. Aunque, ¡para haberse matado!

Después tocó el Akasvayu-Real Madrid, un partido que pese al avasallador comienzo de los gerundenses, estuvo bastante controlado por el Real Madrid, que en cuanto pisó un poco el acelerador, se llevó el gato al agua, aunque el partido fue bastante entretenido.

SÁBADO

Día de semifinales. La primera, el derby. El partido contra el vecino, el hermano mayor, el todopoderoso Tau. Hasta hace no mucho venir a Vitoria era sinónimo de derrota segura, y de cruzar los dedos para no ser demasiado apalizado. Pero algo ha cambiado este año, y no contentos con haber asaltado el feudo vitoriano en la primera vuelta, los hombres de negro plantaron colosal batalla al conjunto vitoriano, permitiéndose incluso bailarlo en el primer cuarto (3-16 llegaron a ir) en un partido que pudo ser para cualquiera de ambos conjuntos, una épica batalla que se saldó con la lesión de Martin Rancik, y una pírrica derrota que no estuvo tan lejos de tornarse victoria, y en la que cerca estuvieron los pupilos de Vidorreta de levantar los 10 puntos de ventaja con los que el Tau pareció matar el partido a 3 minutos del final.

Al final no pudo ser, pero nos vamos con la cabeza bien alta.

La otra semifinal nos obsequió con un apasionante Real Madrid-Joventut, un auténtico manjar para el gourmet del buen baloncesto, en el que ambos equipos tuvieron sus momentos de gloria y en el que las diferencias en el marcador volaban de un lado a otro, teniendo al final la Penya ese puntito de más que le permitió acceder a la final.

DOMINGO

La finalísima, Tau contra Joventut, dos clásicos del baloncesto español, estatal, que dirían algunos, y las espadas en todo lo alto. El pabellón lleno a rebosar, con muchos vitorianos que lograron su entrada en la reventa, de aficionados de equipos ya eliminados (la matraca que daban el sábado los cazaentradas) y bueno, un emocionante partido que no se resolvió hasta el final, en el que destaco del conjunto vitoriano a Mirza Teletovic (5/6 en triples ¡y qué triples) y del Joventut, el que a la postre fuera MVP de la Copa, Rudy Fernández. También destaco a Ricky Rubio, increíble la calidad y el desparpajo de este chaval, que con solo 17 años es ya una figura del baloncesto europeo, y de Zoran Planinic, que supuestamente es una de las estrellas de la liga y... ¿cómo decirlo? Me parece un agravio comparativo que ese tipo haya jugado en la NBA y yo no.

Al final, victoria 80-82 para Joventut, y el Tau se quedaba sin poder celebrar el título ante su público.

Y esto ha sido la perspectiva puramente baloncestística de la Copa. Mañana pondré la versión más gamberra de la misma, con anecdotario, cánticos y la ilustre Copa forera.

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