domingo, 30 de septiembre de 2007

Supercopa (II)

Recker no tuvo ayer el día.

Llegaba el día grande de la Supercopa, con el concurso de triples y mates y la finalísima de la Supercopa, la primera final seria en la Historia del Bilbao Basket.

La cosa vino precedida, eso sí, por una kedada con la gente del foro de la ACB, la peña-piña, con los que fui a comer al restaurante italiano. Buen ambiente y sobre todo muchas risas, comentando anécdotas del iurbentia o de las patxangas baloncestísticas que jugamos de vez en cuándo.

Tras comer y tomar unos cacharros enfilamos al BEC, donde estaba ya el espectáculo servido. Primero el concurso de triples en el que no fueron muy bien las cosas para el jugador local Luke Recker, que tuvo que enfrentarse al campeón del año pasado, Louis Bullock, y ser eliminado en primera ronda. El concurso al final fue ganado por el jugador del Baskonia Igor Rakocevic, jugador de rachas, que el día antes en la semifinal hizo el ridículo, pero el sábado sí que estaba fino, y pese a estar a punto de caer contra el ex-jugador del Bilbao Basket, y a priori cenicienta del concurso, Jorge García logró batir en la última ronda a un Bullock extremadamente fallón.

El concurso de triples, bastante descafeinado por las ausencias, fue para un espectacular Víctor Claver. Su oponente, Singleton del Tau, no le puso las cosas nada fáciles, pero en el circo que era aquello los miembros del jurado entendieron que los rugidos del público favorecían a Claver, así que optaron por premiarle con la victoria.

La final, pues desafortunadamente no pudo ser. El Tau, mal que me pese, es mucho mejor equipo que el Bilbao Basket y se hizo con la victoria. No voy a entrar a analizar el partido porque todo lo que diga sonaría a excusa barata, y como tampoco me apetece hablar bien del Tau, pues no es precisamente un equipo que sea santo de mi devoción, me limitaré a reseñar la crónica aquí.

Pero lo peor del partido no fue perder, que ya de por sí fastidia bastante, sino la estúpida lesión, en la primera jugada del partido, de Lucas Recker, que desde luego ayer no tuvo el día.

En definitiva, perdimos, pero ya el jugar una final en la que al menos yo no confiaba en que nos fuéramos a colar, ya es premio suficiente, y está bien poder ver ese espectáculo (y en especial a las animadoras de Fiat) en directo.

Aunque lo repito una vez más. ¡Odio el BEC!

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