viernes, 14 de septiembre de 2007

Death Proof

Yo tampoco quiero que conduzcan por mí.

Llega la nueva gamberrada de Tarantino, parte, junto con Planet Terror, de Grindhouse, una película con el saborcillo de las películas cutres del cine de serie B de los 70, pero con ese toque magistral que solo el amigo Quentin sabe darle.

¿He dicho ya que soy un fan de Tarantino?

La película es un poco experimental, aunque eso no es algo que deba sorprendernos con este director, al que le gusta hacer cosas raras en las películas. Hay quien ha criticado que durante la mayor parte de la película no pasa absolutamente nada, solo sale gente hablando de cosas totalmente irrelevantes, que no aportan nada a la historia y que la acción tarda muchísimo en entrar.

Es verdad, pero a mí francamente me encanta, soy un apasionado de la cotidianidad, y además nos sirve para dar carne a los personajes, y que no sean meras víctimas del chiflado de turno. Vale, no tiene la genialidad de diálogos de Pulp Fiction, pero si consigue estar 40 minutos sin que pase nada y no aburrir al espectador, algo tiene, ¿no?

La película tiene dos partes diferenciadas, teniendo un antes y un después cierto suceso, del que hablaré más abajo, pudiéndose decir casi que son dos cortometrajes, y que uno es secuela del otro.
Antes de meterme a desgranar la trama y a destripar la película, destaco el simpático detalle de que Zoe Bell se interprete a sí misma. ¿Y quién es Zoe Bell? Bueno, Death Proof, tiene toda la pinta de ser un homenaje a los extras, los dobles de los actores que tienen que rodar las escenas peligrosas, y Zoe es una extra, que ha doblado, entre otras, a Uma Thurman en Kill Bill. El propio título de la película es una alusión también a los dobles, más concretamente a los coches que se emplean para accidentes y trastazos.

A destacar también la siempre agradable presencia de Mary Elizabeth Winstead, a quien también he visto esta semana en la Jungla 4.0, y que pasea su vestido de animadora por la película y que se ha convertido ya, por derecho propio en uno de mis amores platónicos.


Vale, no hace nada en toda la película, pero es tan mona... ^_^

Dicho lo cual, procedamos a destripar la película:

La acción comienza con unas chicas en el coche, dispuestas a pasar un divertido fin de semana en Austin, Texas, y de camino charlan sobre cosas triviales, de sus ligues, sus porros, la juerga que se van a correr... Todo esto durante bastante rato, y sin que pase nada, y cuando llegan a la tasca regentada por Tarantino, tampoco pasa gran cosa; se emborrachan, se ríen, flirtean con unos tipos, con una escena que otra película hubiera despachado en 5 minutos, alargada hasta casi 40.

En el bar se nos presenta a un personaje importante: el Especialista Mike, interpretado por Kurt Russell (demostrando el talento de Tarantino a la hora de coger actores acabados de la fosa de las profundidades y sacarles todo el jugo) que charla con la rubia (Rose McGowan) y se ofrece caballerosamente a llevarla a casa, no sin antes haber interactuado un rato con las chicas protagonistas. Y vaya una interacción con Vanessa Ferlito y el bailecito sexy que se marca.

Tras la fiesta aparece el verdadero protagonista de la película, el coche de Mike. "Un coche a prueba de muertes" (es lo que significa Death Proof), le explica a la rubia, y le cuenta que es un coche reforzado, para rodar escenas de acción, y que permite al piloto sobrevivir a casi cualquier accidente. En ese momento se nos desvela que Mike está como una regadera, ya que empieza a pegarse golpes hasta que la pobre rubia fallece.

Y ahí empieza lo bueno. Mike sigue al coche de las chicas protagonistas, lo adelanta y para unos metros más adelante. Y ahí llega la escena clave de la película, cuando Mike carga frontalmente contra el coche de las chicas, a máxima velocidad y vemos el impacto, y la grandeza es que lo vemos hasta cuatro veces, una por cada una de las ocupantes, en una escena en la que el director se recrea sádicamente en la crudeza de la colisión, con toda suerte de amputaciones y lesiones escalofriantes. No llega al nivel de los anuncios de la DGT de principios de los 90, pero se acerca bastante.

El resultado, las 4 chicas muertas (5 si contamos a la rubia) y Mike hospitalizado pero vivo y feliz. Y como nos explica una conversación entre dos policías, absuelto, ya que él iba sobrio y las chicas bebidas y fumadas hasta arriba, así que todo se archiva como un accidente.

14 meses más tarde, la acción nos traslada a Tenessee, donde vemos que Mike acecha en una gasolinera a un nuevo grupo de chicas, aunque éstas resultan ser más duras de pelar.

Tras un poco de cháchara intrascendente (debate sobre armas de fuego incluido), 3 de ellas acaban por montar en un coche y dedicarse a hacer el cabra, mientras dejan a la pobre animadora tirada a solas con el granjero propietario del coche (quien fuera granjero) y les da por emular Titanic, la escena del mascarón de proa. Zoe Bell, haciendo de Zoe Bell, se sube al capó del coche en marcha, con tan mala suerte que el especialista Mike, que pasaba por ahí, empieza a hostigar al coche de las chicas, en una escena de tensión y adrenalina.
Pero claro, resulta que las chicas no tienen ni la más mínima intención de ser pobres víctimas, así que una de ellas le pega un tiro al psicópata y es cuando se invierten los papeles, el cazador se convierte en presa y las pobres corderitas son ahora las que persiguen al lobo.

Así hasta que finalmente lo cazan y lo linchan. Fin.

Contado de esta manera parece que es simplemente una película de "tío que persigue a tías, hasta que ellas le persiguen y lo matan. El resto es paja" Y bueno, podría ser, pero no es tanto lo que cuenta sino cómo lo cuenta.

Vamos, que me ha gustado bastante, y así como Planet Terror me pareció una basurilla, Death Proof me ha gustado bastante y es otra muesca más en el revólver del maestro Tarantino.

Y ya por último, no puedo obviar la excelente banda sonora, muy en la línea de las producciones de Tarantino, con una selección de temas muy apropiada.

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