sábado, 28 de julio de 2007

Bodorrio

Con ella

Con ello

Ayer fue la boda de dos grandes amigos, aunque pequeños en cuanto a su extensión; Aratz y Judith, a los que conozco desde los inmemoriales tiempos del instituto y a los que vi empezar a salir, cortar y volverse a reencontrar, en una de esas bodas que uno no asiste por compromiso y sin ganas, sino que fui ilusionado, ya que además era una excusa perfecta para reunir de nuevo a la cuadrilla del instituto, que si no no nos vemos casi nunca.
La boda fue por lo civil, en el ayuntamiento de Artziniega (Álava), a las 7 de la tarde, así que la ceremonia en sí fue bastante rápida, y la celebración, que es la parte importante, fue en el Restaurante Miramar de Artxanda, donde también se celebrara la que fue la primera boda de la cuadrilla, la de Jon y Rebeca, hace ya 5 años.

Aunque también fue un día un poco agridulce, ya que la alegría de la boda contrastaba con la marcha de Aitor, quien ha sido mi amigo y casi vecino desde los 15 años, y que se marcha hoy a vivir a Madrid con la novia y a su nuevo trabajo. Obviamente me alegro muchísimo y es ley de vida, pero uno no puede evitar cierta morriña con estas cosas. Pero bueno, esto no es un blog emo, así que hablo de la post cena, que es más divertido.

Y efectivamente tras la cena, durante la cual nos dedicamos a hacer el ganso con las cámaras de fotos (algunas de esas fotos podrían arruinar más de una carrera política), y con las copas y más copas acabamos todos bastante ebrios, a las 4 de la mañána en un karaoke, destripando cantos populares y donde Rubén y yo nos atrevimos con la canción "Déjame" de "Los Secretos", y a las 5:30, cuando el cuerpo empezaba a fallar, opté por una honrosa retirada, despojarme del traje y la corbata y tumbarme sobre la cama a dormir (la).

1 comentario:

Aratz dijo...

Ha sido un placer tenerte en nuestra boda, y esperamos poder seguir celebrando nuestros aniversarios con tu compañia.

Con cariño. Judith