martes, 3 de junio de 2014

Dragon Ball Z: la batalla de los dioses

Goku contra el gato 

Desde un punto de vista crítico, y analizando esta película aisladamente, es evidente que es una puta mierda. Ahora bien, yo salí encantado del cine, pues era exactamente la "puta mierda" que yo quería ver. Además, sería un error considerarla separadamente. Esto es Dragoi Bola (por supuesto, la vi en euskera, como debe ser, aunque la pena es que las voces eran lógicamente distintas), con todo lo que ello implica: peleas que molan y malos ridículos.

La Batalla de los dioses viene a continuar la serie donde terminó, (es decir, tras la saga Bu, dejando sin validez ese horrible engendro que es Dragon Ball GT) y es un claro guiño a los fans de la serie, recuperando a casi todos los personajes con los que algunos crecimos y combinando con bastante gracia el tono épico de Dragon Ball Z con el tono cómico de los orígenes de la serie (más de esto segundo).

El argumento es bastante ridículo, un villano superpoderoso amenaza con destruir la tierra porque no le dan postre en el cumpleaños de Bulma (sic) y solo la enésima transformación de Son Goku podrá detenerlo. Así, simple, sin complicaciones. Pero el malo, aunque tiene la motivación más absurda de la historia del cine, es divertido, ya que es un gato y se comporta en muchos aspectos como un gato. Así que aprueba con nota.

Una regresión en toda regla a la infancia-adolescencia volviendo a ver las aventuras de Goku y compañía, en la que el abuso en ocasiones del efecto 3D del ordenador no llega a estropear mucho el aspecto visual, y unos títulos de crédito que casi me sacan la lagrimilla nostálgica.

Conclusión:

Si creciste viendo Dragoi Bola, corre a verla. Si no la viste o no te gustó, huye como de la peste.

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