viernes, 27 de enero de 2012

The Binding of Isaac

Enfermizo, en muchos sentidos.

Un buen juego Indie de nueva generación, con gráficos simplones de trazo grueso (muy en la línea del Castle Crashers, aunque bastante más tétrico) y un planteamiento totalmente clásico: explorar una mazmorra cogiendo objetos, mejorando al personaje y matando bichos. Y de vez en cuándo, un jefe especial, más duro y peligroso, que nos permite acceder al siguiente nivel. Una dificultad creciente, con el añadido de que cada mazmorra se genera aleatoriamente en cada partida, lo que hace que no tenga sentido consultar mapas. Y para ayudarnos, un sinfín de objetos especiales que mejoran nuestro personaje.

Hasta aquí nada nuevo. Como ya he dicho, un planteamiento bastante ordinario. La originalidad reside, sin duda, en su argumento. Isaac, en clara referencia al bíblico (cuyo padre, Abraham, es la primera víctima documentada de "inocente, inocente") es un niño traumatizado con una madre fanática religiosa, la cual oye la "voz de Dios", que le conmina a sacrificar a su hijo. Aterrorizado, el pequeño Isaac debe escapar por un pequeño agujero al sótano, donde vivirá su propio infierno personal.

No recuerda al Zelda en absoluto.

Con este planteamiento, nos vamos preparando para la estética del juego, que mezcla unos gráficos aparentemente monos con todo tipo de imágenes de pesadilla. Para empezar, tenemos el arma que Isaac utiliza para derrotar a sus monstruos; sus propias lágrimas, que puede luego evolucionar a orina o sangre. Los decorados, son también de lo más desagradable, con mucha sangre y excrementos. Y los monstruos, pues mucha mosca y mucho bicho mutante. Incluso dos siameses nonatos.

¿Alguien dijo Bomberman?

Los objetos que irá rcogiendo son también de lo más tétrico, yendo desde "percha clavada en la cabeza" a "las bragas de mamá" o "la cabeza de mi perrito", y también encontramos mucha referencia bíblica (qué sorpresa, con ese título), siendo los 7 pecados capitales algunos de los jefes de mitad de fase que nos podemos encontrar.

El juego es adictivo, pero también bastante difícil (yo no me lo he conseguido pasar). Y con sus pantallas de construcción aleatoria, y su variedad de objetos, cuenta con una rejugabilidad bastante grande. Y el precio, pues 5 ridículos euros en Steam.

Añado que, al igual que el mencionado Castle Crashers, también es de Newgrounds, lo que en algunos momentos se nota bastante.


El trailer.

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